Dentro de 25 años los smartphones serán confinados a los rincones de la historia.
Ahora mismo necesitamos un smartphone porque las conexiones y la infraestructura de las aplicaciones no son universales. Pero esto va a pasar eventualmente, y las personas serán capaces de acceder a cualquier cosa desde cualquier lugar.
Hoy en día llevamos nuestras tablets a las cafeterías y trabajamos entre sorbos. Dentro de veinticinco años simplemente iremos nosotros a la cafetería y entre sorbos, usaríamos una conexión virtual que pondría el material en el aire frente a nosotros.
Terminaríamos nuestro café, caminaríamos hasta la parada de autobús, y continuaríamos la conexión virtual mientras esperamos por el autobús.
No hace falta mucho para hecha a andar la imaginación, y visualizar el futuro tecnológico. Cada día los nuevos descubrimientos y avances electrónicos nos sorprenden, lo que creíamos que era “imposible” lo que veíamos en las películas de ciencia ficción de hace algunos años hoy se vuelven realidad.
Es probable que lo que las películas actuales de ciencia ficción nos muestran, en el futuro se vuelvan una realidad.
En la medida en que las conexiones y el software se vuelven más robustas y universales, nuestra dependencia de una pieza de hardware personal como lo es un smartphone va a desaparecer. Hasta luego smartphones.
